sábado, junio 07, 2008

Entre Ormuz y Ahirman

Desde hace días, semanas, quizás meses se hace más acusado el diálogo permanente que me ha acompañado a lo largo de toda mi vida, conversación que a veces es conciliatoria, reconfortante, pero la mayoría es subida de tono, acolarada y beligerante, son las charlas entre Ormuz y Ahirmar...

Ormuz sale todo los días a enfretar el mundo, siempre de la mejor manera, positiva, colaboradora, amigable, quizás demasiado, con la mirada altiva y con la esperanza pegada al cielo de lo boca, con dos oyuelos profundos, graciosos que le hacen pensar a los otros que es imperturbable...

Ahirmar aguarda sigilosa, nunca se ha ido por completo y pocas veces toma el papel protagónico, pero hace un par de días domino la conversación, salio a luz dejando tras de si atropellos, verdades duras, lagrimas y malas caras; ella suele ser muy dura y cruel, pareciera no tener afectos y carecer de sentimiento de culpa, pero se siente plenamente libre. Sin ataduras. Viva. Sin caretas ni posturas. Se siente y punto.

Ellas aunque tratan siempre de estar en equilibrio, luchan incesantemente por someter una a la otra, dejando poco espacio para el dencanso y sosiego del cuerpo que las contiene...

Nunca se cual saldrá a la calle, eso me aterra, porque su aparición nos responde al contexto o contingencias externas (lo que debe ser) sino al estado a la vivencia, a quien gano la batalla durante la noche, quien se hizo más fuerte.

A veces no me doy cuenta de quien es, otras la logro reconocer por la ropa que elige, por la mirada que tiene, por la música que escucha, por las respuesta que da, por la cara de terceros, que ante Ahirmar me miran perplejos, pensando quien sabe que cosas, buscando una respuesta lógica a lo que estan viendo. Y no la encuentran, al menos no la real.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ola, what's up amigos? :)
Hope to receive any help from you if I will have some quesitons.
Thanks in advance and good luck! :)