martes, noviembre 13, 2007

¿Y por qué estamos como estamos ?


Nadie niega que tan alabada frase no sea justo lo que hemos venido pensando y sintiendo buena parte del país e incluso del mundo. Aplaudo pues a este Rey, cuando en un acto netamente visceral, le valió tres pepinos la corona, la diplomacia y la etiqueta y le dio a nuestro presidente una pregunta interesante en la cual pensar...


Ahora bien, al ver las diversas manifestaciones del pueblo venezolano, como la que apreciamos en la foto de arriba (pancarta en la autopista Prados del Este) y otras como las que aparecen en el siguiente link http://es.youtube.com/watch?v=sHC5CEmvwBg (Reyggeaton como lo llaman de la escena tan citada) y muchas derivaciones más (http://es.youtube.com/watch?v=2YzWf5mlyK4) quedan claras, a mi juicio, al menos dos cosas que reflejan ese ADN muy peculiar del venezolano, a saber:


  1. De todo saca un juego, una burla, ese chistecito que sosiega el corazón desalentado, en vez de evaluar y centrarnos con mayor detenimiento en las consecuencias políticas, económicas, sociales y diplomáticas del hecho, preferimos ridiculizarlo, vanalizarlo, negarlo a través de lo que mejor sabemos hacer reirnos hasta de nuestra propia desgracia, y

  2. Lo que estamos esperando es al “Mesías”, sea venezolano, gringo, o europeo, rey, plebeyo, esclavo, lo que sea y como sea, pero que “alguien por Dios haga algo por nosotros”. Me pregunto si alguien en Venezuela no habrá pensado e incluso hasta verbalizado esta frase en contra del Jefe de Estado, pero basta con que un tercero ajeno a la situación país lo exprese y allí vamos todos a cantar alegremente nuestro Reyggeaton Por qué no te cayas!!!

En resumen tenemos un pueblo negador que vive de falsas esperanzas, apostandole al éxito por causa de un tercero que viene a salvarnos.... ¿y quién nos salva de nosotros mismos como bagaje cultural, como sociedad, como representación de lo que es un ciudadano dentro del esquema país?

Ante este panorama pienso que tendremos que, o bien quedarnos sordos o tararear discursos socialistas!

jueves, noviembre 01, 2007

Añoranzas


Que de cosas tienen esos seres a los que se les suele llamar personas, individuos, seres humanos, hommo sapiens... de todo lo que me llama más la atención es una característica que los acompaña a todos y que cobra su máxima expresión hasta en los más mínimos detalles de su día a día: la Nostalgia.

Pocos son los que logran realmente identificarla como tal y llamarla por su nombre, pero para servir como guía en esta especie de nubolosa conceptual, la nostalgia se traduce en un sentimiento de pena que produce la ausencia, privación o pérdida de una persona o cosa muy querida.


Tras el descubrimiento de este peculiar afecto que a cualquier mortal le atañe, listaré unos cuantos ejemplos de situaciones u objetos capaces de elicitarlo, con el fin de ser más explicito:



  1. el pasado, la historia. Hay una necesidad intensa de volver a lo que ya vivieron, de ser aquello que eran y sentir eso que sentían, así no hayan sido las mejores de sus experiencias

  2. un mañana que no ha pasado, por cosas que no han tenido, pero que tan solo imaginan. Los poseen en sueños o cuando recurren a algo llamado fantasía (unos con mayor frecuencia que otros) y al volver en sí o despertarse, se encuentran de nuevo con la pérdida, con la falta

  3. lo que no pasó, no hizo, no sintió. Saber que existe, que otro lo experimentó los coloca ante la dura realidad de aceptar que perdieron la posibilidad de.... y eso, la posibilidad de, si la tenían, allí estuvo y no la miraron, la dejarón para un despúes que no llega y que refuerza su vacío, su negligencia

  4. personas "significativas" en su vida, cuyo significado es todavía sombrío, difícil de precisar y más aún de sincerar. Estas personas, que tambíen padecen de nostalgia, en el mejor de los casos de forma recíproca, pasan por la vida de otros y constantemente los colocan en falta, es inevitable enfrentar su ausencia, y si bien es cierto que pronto adquieren algo que llaman "conciencia de objeto" experimentan la pérdida día tras día y persona a persona

  5. obejtos altamente valorados, que van desde una fina chaqueta hasta ese último caramelo que cae al charco del piso de la calle... como los desquicia recordarse de algo que saben que ya no van a tener, que ni el dinero ni sus esfuerzos los conducirán a eso


Lo que está detras de este sentimiento que he tratado de retratar, es el deseo, aquello que hace a los seres humanos libres, diferentes, individuos.... a la vez los hace esclavos de su triste sombra, de su contrapartida: la nostalia por perder el objeto del deseo